MONTAÑA RUSA
Desde hace rato la pena me invade y me deja paralizada en las cuatro paredes de mi oficina. No puedo escribir una puta letra porque me absorbe tu recuerdo y tus palabras en esta visita inesperada que me terremoteó la vida. ¿Corazón o razón? Por el momento razón, pero pese a actuar en forma lógica me siento subida arriba de un carrusel con su sube y baja calmo y satisfactorio, pero plano. Contigo subí hasta casi tocar el cielo con las manos y si bien con la abrupta bajada se me iba deshaciendo el corazón me sentía viva.
Estoy absorta en esto y el niño del carrusel me llama y me alienta a acudir su música serena. Voy sin ganas me monto sobre sus piernas y me satisfago en forma rápida y fácil. Satisfacción garantizada.
¿Quiero aquello? Sé que no, pero quiero creer que sí... el carrusel es seguro y no necesito apretarme el cinturón de seguridad. Los codos me duelen y las cicatrices de mis heridas de guerra se vuelven frescas cuando me caigo en tu encanto y derrapo en las curvas de tu pasión
¿Corazón o razón? Me siento pequeña ante la incertidumbre y creo no tener la edad para que el corazón me permita de nuevo volver a subir a tu montaña rusa
con cariño querida amiga,
pastelera 2