Friday, October 14, 2005

Mis arrugas...


Desde que cumplí la treintena comenzó una preocupación feroz por la aparición de arrugas, canas y otros signos que denotaran el paso del tiempo en mí. La verdad no represento la edad que tengo y me veo bastante bien para los años con que cuento, pero la presión por no verme vieja desde hace un tiempo comenzó a atormentarme, saltando así a la compra compulsiva de cremas y mengunjes de los que nunca me había preocupado.
Gasté más dinero del razonable en dicha rutina, sin que a mi juicio, viera resultados aparentes y permanentes. Mi obsesión mayor se concentraba en dos arrugas en el ceño que me martirizaban la existencia y hasta pensé en pedir como regalo, para este cumpleaños que se acerca, botox. Sin embargo, hoy me aburrí y me dí cuenta que mis arrugitas me gustan, me parecen interesantes; porque denotan experiencia y borrarlas sería tan absurdo como eliminar de mi vida, probablemente, todas las vivencias que ayudaron a su aparición.
Quizás todo se deba a que hoy inicié la primera sesión de mi terapia de pareja con mi esposo, a fin de mejorar y recuperar nuestro matrimonio; y me dí cuenta, que pese a todo lo mal que lo pasé en mi temporal ruptura, las enseñanza que quedaron de aquel desastre fueron positivas y constructivas para mi pastel y yo. Claramente no soy una masoquista y me habría gustado contar que tras nuestro largo noviazgo, nos casamos y fuimos felices sin más, pero las cosas no se dieron de ese modo y nuestra relación se desgastó, se resquebrajeo y casi casi murió.
No obstante, nuestro quiebre me hizo más fuerte, me ayudó a sacar fuera lo peor de mí, a finiquitar el duelo, volver a la esencia y renacer. Aún no salgo, pues estoy en ese cometido; pero me gusta, y parte por reconocer -a quien quiera saberlo- que hoy estoy cómoda...
Cómoda con mi vida, mi relación, mi trabajo, mi existencia y -por cierto- mis arrugas, ya que ellas reflejan un período pasado que no fue bueno, pero tampoco apocalíptico y que hoy debo aprender a no ser tan absoluta ni inflexible, sino rescatar lo mejor de mí y mis circunstancias; donde sin lugar a dudas, estas líneas de vida que se me quedaron en la cara tienen un lugar especial.
"Este es el mundo de los dos, sin sentido, pero tuyo y mío..." (Amaral)
pastelera 2

3 Comments:

Blogger Lula Towanda said...

En España, un modisto gallego, Adolfo Domínguez, vendía trajes arrugados bajo el lema: la arruga es bella.
Vendió muchos trajes con este slogan.

Tengo la suerte de no tener canas pero las arrugas de los gestos marcan mi cara y son parte de mi vida. Pasé por la tontería del botox una vez, pero me arrepentí del despilfarro de gastar en esas frivolidades cuando hay gente necesitada. Prefiero darle la razón a Adolfo Domínguez.

5:15 PM  
Anonymous Anonymous said...

Amiga pastelera.
Recorriendo el Blog de mi amiga Jéssica Acuña descubrí vuestro blog. Y te felicito por tu forma de escribir y plasmar en pocas líneas un poco de la escencia dee tu ser.
Que tema ese de las arrugas. Yo soy un hombre maduro que pasó la curva de los 50 y me creo inmaduro porque recién hoy me he dado cuenta que me estoy poniendo viejo. Siempre me tragué eso de que la juventud es eterna y se manifiesta a través deel espíritu, pero me equivoqué. La vida es tan hermosa que nos da cada día una oportunidad diferente de ver el mundo, pero somos nosotros los que queremos quedarnos estancados en un estado de ella. No queremos envejecer y nos aferramos a cuanto sea posible para parecer jóvenes.
Yo colgué la juventud y me preparo para vivir con mucha dignidad una adultez rica en sabiduría, experiencias y con calidad de vida, buscando lo natural que antes deseché. Creanme que soy más feliz con mi calva que con un bisoñé, con un poco de barriga que con una faja. Todo eso lo deseché y solo me he quedado con un milagro del modernismo que me hace sentir joven, "El Viagra".
Cariños y felicitaciones.
Mepomuseno

9:30 PM  
Blogger la-de-marbella said...

Hola, Yo como Lula probé el botox y no me gusto ver como desaparecian las arrujillas de expresión, ejem y alguna otra, porque me cambió la expresión. He aprendido a vivir conmigo misma y mis circunstancias, amen de las de mi marido, mis hijos etc. Cuando una esta bien por dentro, todo lo demas esta bien incluso la arrugas. Saludos Marbellís

2:38 PM  

Post a Comment

<< Home